La palabra tsunami deriva del japonés. Significa ola de puerto. Los tsunamis solían llamarse maremotos, pero en realidad no tienen nada que ver con las mareas.
El desplazamiento repentino de grandes cantidades de agua provoca los tsunamis. La mayoría están causados por un terremoto submarino. Si el terremoto tiene la suficiente intensidad, el movimiento repentino del fondo del océano en el borde de una placa tectónica puede hacer que el agua suba hacia arriba y luego retroceda. De este modo, la energía creada corre bajo la superficie del agua formando una serie de ondas que originan el tsunami.
Las erupciones volcánicas también pueden causar tsunamis. La erupción puede ser submarina o en la superficie terrestre. Una erupción submarina tiene un efecto similar a un terremoto, haciendo temblar el suelo y enviando el agua de arriba en ondas que crecen hasta convertirse en un tsunami. Un gran flujo de lava de la erupción de un volcán terrestre, junto con las rocas expulsadas por el volcán puede llegar al océano y mover el agua tanto como para que se forme un tsunami.
Un gran deslizamiento de tierra en el agua o incluso un meteorito que cae cerca del océano, puede tener el mismo resultado.
La zona conocida como el “Anillo de Fuego” que bordea el Pacífico es el lugar más común donde se forman los tsunamis, debido a la cantidad debido a la gran cantidad de erupciones volcánicas y terremotos que tienen lugar en esa zona.
Las olas de un tsunami no son lo mismo que las normales, que se forman por el viento. Las olas de viento fluyen de forma circular, la parte superior de las olas se encrespa debajo de sí misma. El agua de una ola de tsunami se comporta de un modo muy diferente. En aguas profundas del océano, una ola de tsunami puede tener solo un pie de alto, pero puede tener 60 millas de largo y viajar a través de la parte superior del océano a una velocidad de 500 millas por hora. Cuando la ola llega a aguas menos profundas cerca de la costa, el agua de la parte inferior pierde velocidad, pero el agua superficial continúa moviéndose rápidamente. La energía que esto produce puede crear una ola que crece rápidamente chocando con la costa e inundando la tierra. La intensidad de la ola puede ser lo suficientemente fuerte como para destruir casas y árboles.
Aunque los tsunamis son imposibles de predecir, una vez que se forma el tsunami, los sistemas de detección temprana que utilizan equipos sísmicos y medidores del nivel de agua pueden identificar el momento en que la ola tocará tierra. Así se podrían enviar alertas de tsunami a las personas que viven en zonas costeras vulnerables. Se están construyendo sistemas similares a estos para alertar a las poblaciones costeras más afectadas por tsunamis.
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APUNTES LISTOS PARA ESTUDIAR:
ACTIVIDADES:
FICHA INVESTIGACIÓN SOBRE TSUNAMIS
VIDEOS PARA REPASAR:
Travelling across time / Viajando a través del tiempo 
