Posiblemente la tradición más conocida de la Antigua Roma es la lucha de gladiadores. Los gladiadores eran combatientes armados cuya función era entretener al público enfrentándose a otros gladiadores, a animales o contra condenados a muerte. Los gladiadores podían ser prisioneros de guerra, ciudadanos con que habían perdido sus derechos, esclavos o prisioneros de guerra.
Con la llegada del Imperio las luchas de gladiadores llegaron a ser grandes eventos, muchas veces organizados por los mismos emperadores.
¿Cómo eran las luchas?
Los gladiadores se dirigían al anfiteatro donde se celebraban los combates y allí calentaban luchando entre sí. Los lanistas, tratantes de gladiadores, elegían a los gladiadores que participaban en el combate.
El combate duraba hasta que un gladiador triunfaba sobre el otro. Tras esto se preguntaba al público si el vencido debía morir o no. La mayoría de las veces los gladiadores eran salvados por el pueblo. La mayoría de las muertes de gladiadores se debían a las heridas sufridas en la pelea. Cuando un gladiador era sentenciado a muerte, el ganador clavaba el arma en el corazón del adversario.
Sin embargo, durante el Bajo Imperio, solamente el emperador podía perdonar o condenar a muerte a un gladiador. También podían darle la libertad, entregándole una espada.
Tipos de gladiadores
Los principales tipos de gladiadores y sus armas eran:
- Samnitas llevaban un gran escudo, un casco con visera, protecciones en las piernas y brazos. Su arma era una espada corta.
- Los Murmillos llevaban un gladius y se protegían con un escudo rectangular.
- Los Tracios llevaban una espada curva y se protegían por un escudo rectangular.
- Los Secutores tenían las mismas armas que los mumillos excepto el casco.
- Los Reciarios luchaban contra los Secutores. Sus armas eran el tridente y la red.